viernes, 13 de mayo de 2011

TRABAJO INFANTIL EN EL SECTOR RURAL

El trabajo infantil es un problema que está a la vista de todos, en los últimos años se ah notado un gran aumento porcentual de la fuerza laboral de los menores en el campo argentino.
Una de las modalidades habituales de inserción de los niños en las actividades laborales es el trabajo junto a los padres, sobre todo en aquellas familias en que los adultos perciben un salario por un trabajo a destajo. Esta modalidad de trabajo con incorporación de niños es muy frecuente en ciertas actividades de la cosecha y en los primeros procesamientos de ciertos productos agrícolas.

Los niños se incorporan a realizar actividades a una temprana edad, primero para cuestiones relacionadas con el mantenimiento del hogar, como el cuidado de los más pequeños de la familia. A los seis o siete años, los niños comienzan a colaborar en la cosecha. A los once o doce años comienzan sus tareas aplicando agroquímicos con mochila. A los trece o catorce años, ya trabajan regularmente en las quintas, aunque ya antes y durante los meses en que se agota lo producido por la explotación, el menor sale de su hogar para realizar changas en otras explotaciones.
Las consecuencias son las deformaciones que sufren los menores al exponer su cuerpo en desarrollo a esfuerzos físicos prolongados y excesivos.
Disminuye el desempeño escolar. En épocas de cosecha los niños generalmente se atrasan en la escuela, por lo que finalmente terminan desertando.
Para las familias rurales, es una tradición, es algo natural que sus hijos menores ayuden en las tareas laborales de los adultos y, muchas veces, se considera que trabajando desde niño se aprenderá mejor el trabajo de sus padres, valorizándose como más favorable este tipo de formación que la que puedan recibir en la escuela.
La pobreza genera trabajo infantil que impide la educación y la calificación, siendo a su vez causa de nueva pobreza. . Un niño que trabaja y deja de estudiar para mejorar las condiciones de vida de su familia será un adulto poco calificado que solo podrá optar por trabajos mal remunerados.
Además el tiempo en que los niños deben abocarse a tareas laborales es tiempo robado a sus juegos, amigos, estudio y descanso lo que provoca  daños físicos y psicológicos que persistan toda la vida, y les roba el disfrute pleno de sus derechos.
La explotación infantil es un flagelo en crecimiento en todo el planeta. La OIT estima que en el mundo trabajan 246 millones de niños, de los cuales unos 179 millones realizan actividades caracterizadas como “peores formas de trabajo infantil”, que ponen en peligro su integridad mental, física y moral.
Proteger a los niños de las peores formas del trabajo infantil debe ser un objetivo del Estado y de las políticas públicas que instrumente, pero estar alertas y buscar que esas políticas existan y se apliquen, ésa es una tarea de todos como miembros plenos de la comunidad.
El 12 de junio se conmemora el día mundial contra el trabajo infantil

1 comentario:

  1. Alejandra, felicitaciones, muy buen tema el que has elegido! Me gustaría que apliaras más sobre políticas, planes, alternativas para los padres en estos casos, qué se sabe del trabajo infantil en Tupungato? Qué opina la gente?
    Tenés una infinidad de opciones si es que querés seguir trabajando sobre este tema.
    En el foro te dejo algunas sugerencias.
    Saludos.

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